jueves, 29 de enero de 2009

De cuando la realidad superó la ficción


Muchas veces creí que esos relatos que algunas personas hacen, y que suelen ser parte del argumento de una película romantica, o en su defecto de una teleserie, donde un hombre y una mujer se miran en algún medio de transporte público, sin intercambiar palabras...para que luego, y esto sólo en general, ella decienda y él, en un arranque inexplicable, decienda también sin ser ese su paradero, sólo para poder preguntar el nombre de la chica en cuestión y quizá obtener algo más, jamás serían parte de la vida de una persona tan común como yo...


Sin emabrgo, a fines del año pasado...esta curiosa situación efectivamente me ocurrio...y es donde se puede citar ese refrán que dice " La realidad supera a la ficción".


El relato es mas bien simple y quiero dejarlo plasmado en este blog sólo con la intención de no olivdarlo, puesto que es bastante anecdótico.


Esto ocurre en el metro cuando yo me dirigía a la Clinica de la Universidad Católica ha realizar un papeleo...si mal no recuerdo en la estación Estación Central, sube este personaje...un chico de aproximados 20 años que me llamó la atención, puesto que sin ser realmente guapo, tenía ese "no se que" que muchas personas poseen...


Se sentó al otro lado del vagón de manera en que lograba hacer contacto visual con él. En en transcurso fue subiendo más y más gente , ya que en ese momento era horario punta vespertino..cuando perdimos contacto visual directo, él me buscaba en el reflejo de la ventana que estaba a mi lado. Lo encontré un poco cómico y obviamente halagador..pero no le di mayor importancia..finalmente llegué a mi destino y me bajé.


Iba ya camino a la clínica, habia salido de la estación del metro cuando me toman del brazo desde atrás , situación que por cierto me asustó muchísimo, puesto que iba pensando quizá en que... me dí vuelta y me encuentro con que se trataba del chico del metro... Me dijo que después de ver que me bajaba sitnió la necesidad de bajarse para poder hablarme... que necesitaba saber mi nombre, que me encontraba preciosa y algo conversamo, él mostró bastante interés en saber cosas de mí y yo a modo de sacarmelo un poco de encima..le pregunté si estaba pololiando a lo que me contestó que sí y por ahí busqué como sacarmelo de encima ya que se hacia tarde y resultó que sólo tenía 19 años... me dijo que no importaba su polola, que jamás habia visto una mujer tan linda como yo...entre tanto halago me sentí incomoda y que ademas no creo tan facilmente tanta palabra linda junta...finalmente me pidio mi numero de telefono y como no accedí a darselo antes qe me fuera me dijo si quería que me diera el de él..mi respuesta fue " No...porque no te llamaré" quedó sentado donde estabamos con cara de desilución...yo me fui a la clinica a hacer lo que tenía pendiente...de pensar en ese día...aún me da risa..


Sin duda este chico me subió el ego y la moral...


Y esta situación quedara como una simpática anecdota y prueba de que la realidad si puede superar a la ficción.