martes, 12 de septiembre de 2023

1.162



La tortura después de la tortura, esa que lleva 50 años, esa que no acabó en 1990, esa que se repite dia tras día 1162 veces.

Baila sola, ella sigue bailando sola, no tiene quién le tome el brazo, no tiene quien la guie en su bailar. Baila a oscuras, con los ojos puestos en la puerta, añorando que se abra y vuelva la luz a su vida, que el pasado le devuelva el alma que hace 50 años se desgarró.

Seguirá golpeando puertas, seguirá buscando desde la eternidad, su herencia será el dolor, será la insistencia de obtener una respuesta de dónde puede ir a dejar una flor.

La dictadura vino, la dictadura se fue, pero el daño es tan profundo, es tan eterno, como las preguntas sin respuestas en el viento se han de mantener, ¿dónde están mis hijos? ¿dónde está mi padre? ¿dónde está mi hermana? ¡¿DÓNDE?! nadie sabe, nadie habla, ¿quién entonces ha de saber?

Miles se fueron, miles buscaron, miles siguen y seguirán, ¿será en el bosque, será en el desierto, será en los montes, será en el mar?

Un trocito, sólo un trocito la pena ha de detener, más no se acaba con ese trocito que sólo es eso lo que encontré.

El mar en sus olas fue silencioso testigo, así mismo como el desierto lo fue, ellos no pueden decirnos dónde, pero los cuidan, les dan descanso y muchas veces el último solitario y desconocido descanso han de ser.

La tortura después de la tortura, el eterno dolor de no saber, la fantasia de que la puerta se abra y nuevamente sus ojos ver.

5 Décadas

 Anoche llovió, cómo si la tierra recordara que hace 50 años nuestras laderas se tiñeron de rojo, los silencios de convirtieron en solitarios gritos, en ocultos llantos, en pasos acelerados, en dolores agazapados, en la pérdida de la humanidad, en un profundo pesar que cinco décadas no han sabido sanar, porque no sabemos donde están, porque no tenemos dónde llorar, porque aún no podemos el círculo cerrar.

Nos dicen que avancemos, que el pasado ya pasó, que mirar hacia atrás nos divide, que seamos una sola nación. Pero ¿cómo avanzar hacia un mañana que no reconoce su ayer? ¿cómo cambiar la pagina si no la pude terminar de leer? ¿cómo mirar hacia adelante si atrás queda una historia inconclusa?

Hace 50 años la democracia en Chile se quebró, el hambre de poder ganó a todo ápice de humanidad, la maldad asoló nuestra larga geografía y dejó en pausa la vida de miles de familias chilenas, quienes aún recorren los campos, desiertos, ríos, playas, senderos y cordilleras buscando respuestas, buscando dónde depositar una flor, donde derramar lágrimas, donde decir adiós.

Hoy seguimos unidos, con un gobierno que se compromete irrestrictamente con las familias de quienes hoy no están, con un Plan Nacional de Búsqueda, Justicia y Reparación, con un compromiso de no repetición. Hoy seguimos caminando juntos, con las grandes alamedas abiertas en miras de la construcción de un Chile mejor, pero no dejando atrás nuestra historia, reconociéndonos como una nación golpeada por una sangriente e inhumana dictadura, pero como un pueblo dispuesto a defender el respeto a nuestra democracia.

Hoy a 50 años está más vivo que nunca el anhelo de un Chile mejor, más justo, más amable para quienes habitamos en este hermoso, delgado y largo rincón al fin del mundo. Hoy luchamos por construir un país en el que cabemos todes, en nuestras diferencias y similitudes, aportando desde nuestras diversas veredas, juntos hombro a hombro.

Para que nunca más en Chile las armas se vuelvan contra el pueblo Para que nunca más en Chile sea la violencia la respuesta a nuestras diferencias. Para que nunca más en Chile el pensar distinto sea una sentencia de muerte o desaparición, juntos defendamos la democracia de nuestro país.

¡Que viva Chile, que viva el pueblo y que vivan los trabadores!